miércoles, 5 de octubre de 2011

Capitulo 1. Parte 2: El primer mandamiento

Citadas las leyes generales del genero cinematográfico zombie, pasemos ahora analizarlas una a una a través de las mejores películas.

Primer mandamiento: 1. Los zombies son muertos resucitados que se comen a otros seres humanos.

El personaje del zombie moderno creado por Romero en 'Night of the living dead' (y que el resto de directores y películas ha respetado de forma sorprendente, teniendo en cuenta las licencias que permite el cine fantástico y de terror) es un hombre fallecido que resucita con la única intención de comer carne humana, si puede ser fresca (al menos no han perdido el gusto). Recordemos que este film precursor contaba el encierro de varias personas en una casa cercana a un cementerio y rodeada por los muertos que salen de sus tumbas. Por lo general, y ya aquí el pionero del género lo dejó claro, los zombies no se comen entre ellos ni sienten la necesidad de engullir animales, vegetales o alimentos preparados, sólo a hombres vivos.


Algo más exquisitos: "Sólo cerebro, gracias"
Una excepción a esta regla la encontramos en la comedia 'Return of the living dead', de 1985, dirigida por Dan O'Bannon. En este clásico de los 80 los zombies son mucho más exquisitos y sólo quieren cerebros, supuestamente para calmar su dolor. Como los protagonistas son una banda de punks, los guiños al mundo de la droga, el mono y demás no pueden ser más evidentes. La película, pese a no ser una continuación oficial del 'Night of the living dead', hace referencia directa a ella, ya que la historia comienza en un depósito donde supuestamente fueron almacenados por error los cuerpos de los zombies capturados por el Ejército en la primera infección narrada por Romero. Resulta curiosa esta cita teniendo en cuenta que la comedia es de 1985, y que ya en 1978 Romero había estrenado su secuela oficial, 'Dawn of the dead', trabajo que O'Bannon obvia.

Otra variación importante aparece en '28 days later', de Danny Boyle, y su continuación '28 weeks later', producida también por Boyle pero dirigida por el español Juan Carlos Fresnadillo. Estas películas podrían ser expulsadas del 'exclusivo' club del cine zombie, por cuanto en ellas la epidemia no es de muertos sino de personas vivas pero infectadas por un virus similar a la rabia y muy contagioso. Los enfermos aquí no se comen al resto de humanos, sólo los atacan hasta matarlos llevados por la ira. Como han perdido totalmente el sentido, una vez muertos podrán tratar de comerse los cadáveres o cualquier otro alimento que encuentren, pero como le ocurre al Rodríguez radical, están irremediablemente avocados a morir de hambre.
Finalmente en algunas producciones menores los zombies aparecen comiendo gusanos, ratas y otros sugerentes manjares.

La paradoja del despertar o "no me comas el pie que así no ando"

Inevitablemente, no podemos cerrar este capítulo sin preguntarnos en qué momento un zombie deja de devorar un cadáver. ¿Sigue comiendo hasta que su víctima resucita como un no muerto? Debería ser así, ya que los zombies no se comen entre ellos. Recordemos por ejemplo la escena de la moderna 'Dawn of the dead', cuando el protagonista, Jake Webber, entra en la tienda de deportes y descubre en el almacén a un zombie zampándose a una persona. El zombie le ataca pero el bueno de Jake lograr acabar con él. Más tarde, cuando el grupo de supervivientes hace limpieza en el centro comercial, entran al almacen y rematan el cadáver que estaba siendo devorado, supuestamente porque había resucitado. Pensemos ahora que Jake no hubiera interrumpido la comilona. Lo normal habría sido que el nuevo zombie se despertara y le dijera a su atacante en lenguaje de gruñidos: "Señor, esta situación comienza a ser incomoda".

Y la semana que viene... Segundo mandamiento: Todo hombre atacado por un zombie termina convertido en zombie

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