martes, 18 de octubre de 2011

Capitulo 1. Parte 4: El tercer mandamiento . ¿Zombies lentos?

Tercer mandamiento: Los zombies son lentos.

Bien. Cuando hablamos de zombies cinematográficos, todos tenemos en la cabeza la imagen de un ser putrefacto, con alguna amputación mortal de necesidad, andando torpemente hacia los protagonistas. Éste sería, por así decirlo, el no muerto clásico, retratado en la mayor parte de las películas del género, tal y como lo creó Romero. Sin embargo, es en esta faceta, en la velocidad (o más bien su ausencia) donde el maestro se ha encontrado con más muestras de rebeldía de sus alumnos, lo que le ha generado no pocos dolores de cabeza.

Sí, se puede decir que aunque nacieron lentos, con la llegada del siglo XXI, los zombies aprendieron a correr. Los dos títulos más importantes de esta primera década, el remake de 'Dawn of the dead' y '28 days later', muestran a zombies rápidos y por tanto, mucho más mortíferos. La polémica estaba servida y Romero no tardó en intervenir. Y resulta curioso que fueran estas producciones las que provocaron la respuesta del pionero del género y no los zombies ochenteros de 'Return of the living dead', película donde los muertos no sólo corren sino que también hablan y son inteligentes, aunque eso lo comentaremos más adelante.

Como hemos dicho, el primero en intervenir fue el propio Romero, que se escandalizó de que un muerto pudiera correr. Dijo públicamente que todas las características de un cuerpo fallecido, desde la rigidez hasta la pérdida de líquidos, sugieren que un zombie no podría ser realmente un buen sprinter. No es necesario señalar lo ridículo que suena una discusión sobre lo que un muerto puede o no puede hacer, ya sea correr, andar o cantar una zarzuela. Pero absurdo o no, el debate existe. Lo cierto es que envueltos en la vorágine del tema, los tertulianos del mundo zombie se permiten bastantes licencias científicas, y de la misma forma que aceptan felizmente que una persona muerta pueda levantarse y perseguir a los vivos en busca de carne, rechazan otorgarle también el atributo de la velocidad.

En cualquier caso, Romero utilizó una de sus últimas películas, 'Diary of the dead' (2007) para criticar a la nueva generación de directores, señalando explícitamente con un diálogo que los muertos no pueden correr. Por fortuna para Snyder y Boyle (responsables de los nuevos títulos), la citada producción, como todas las modernas de Romero, no tuvo mucho éxito.

El debate entre zombies lentos y rápidos ha dado para cientos de páginas de discusiones en internet, tanto en foros de cine como en web especializadas. Veamos las diferentes posturas:

Zombies lentos

Por resumir, se puede decir que los clásicos defienden que la fuerza del zombie reside en su número y no en su velocidad. Aducen además que si la única forma de matarles es pegarles un tiro en la cabeza y ya es bastante complicado hacerlo cuando andan a como viejecitas, imaginad lo dificil que sería acertar en plena carrera. Como defensor de esta teoría podemos citar un comentario que Simon Pegg, guionista de 'Shaun of the dead' (2004), realizó tras la emisión de la estrambótica pero interesante serie inglesa 'Dead Set' (2009) -en la que los participantes del Gran Hermano británico se enfrentan a una epidemia de zombies rápidos-. Pegg reconoce que es "absurdo debatir la reglas de algo que no existe". Sin embargo, afirma que "al igual que a un vampiro sólo se le puede matar con una estaca de madera y que los hombres lobo no vuelan, los zombies no pueden correr". Sin carecer de razón, Pegg añade esta reflexión: "¿Un agente biológico?, puede ¿un súper virus? lo acepto. Pero la muerte significa perder habilidades, no ganar superpoderes. Si ya es difícil correr con un resfriado, imagina hacerlo con la peor enfermedad de todas".

Y es que capítulo aparte merecen los zombies de Pegg en 'Shaun of the dead'. La alocada parodia, todo un homenaje al genero, muestra unos zombies tan lentos que resultan desesperantes. Una de las escenas más logradas del film es cuando el propio Pegg y su inseparable amigo Nick Frost (tanto en el celuloide como en la vida real), se enfrentan a dos muertos en el jardín de casa, y éstos se mueven tan despacio que los protagonistas tienen tiempo de sentarse en el césped frente a una caja de viejos vinilos a decidir cuáles pueden utilizar para lanzar a la cabeza de sus atacantes.

Zombies rápidos

A pesar de todas las críticas digamos clásicas, los zombies de la nueva escuela cinematográfica son endiabladamente veloces. Los defensores de esta clase de monstruos señalan su mayor espectacularidad. Una masa de zombies rápidos genera persecuciones, tiroteos, masas de no muertos superando barricadas, explosiones gigantescas para frenarlos. Por contra, los lentos arrastran inevitablemente el film a derroteros más filosóficos, por decirlo así, a discusiones sobre si la sociedad actual ya está enferma, si el hombre es el verdadero virus de la Tierra, etc. Es decir, que los zombies rápidos venden más entradas.

Por otro lado, en pro de la velocidad también está la inapelable razón de que, al fin y al cabo, en el mundo de la ficción cinematográfica no debería existir ninguna regla a cumplir, pues estamos hablando efectivamente de ficción.

Y para terminar una confesión: a mi me gustan más los rápidos. Los guionistas de esta clase de películas tienen a menudo menos conexiones cerebrales que un zombie y si les da por meter diálogos donde debería haber carreras, tiroteos y explosiones...

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