viernes, 28 de octubre de 2011

Crítica de Criadas y señoras (The help)

Frase de cine   

"Creo que Dios se enfada si pasas ante el color púrpura en el campo sin fijarte en él"

El color púrpura



Crítica

El estado norteamericano de Mississippi en los años 60 no era el mejor lugar para ser negro. La segregación racial del sur de Estados Unidos y los incipientes movimientos de reivindicación de la minoría oprimida fueron un polvorín que han reflejado muchas películas. La mejor, sin duda, fue Arde Mississippi, dirigida por Alan Parker y con Gene Hackman y William Dafoe como protagonistas. Criadas y señoras (The help) es un capítulo de Barrio Sésamo en comparación, pero eso no ha evitado que el estreno cinematográfico de esta semana haya sido un auténtico éxito en Estados Unidos.

Criadas y señoras es la historia de la joven periodista Skeeter (Emma Stone) y una criada (Viola Davis) que inician la escritura de un libro con testimonios del servicio negro en casas blancas de un pueblo sureño. La búsqueda de la verdad sobre lo que ocurrió en la propia casa de Skeeter, las desventuras de la criada y sus compañeras de profesión y la implacable persecución de la líder blanca de la localidad (la bella aunque aquí malvada Bryce Dallas Howard) configuran un relato no políticamente correcto, sino lo siguiente.

Aquí los buenos y los malos están claramente señalados y el guión no trata de sorprender a nadie. Por sencilla, la película cae en situaciones demasiado repetidas, como el típico regreso al pueblo conservador de la joven progresista. Pero es que en este caso resulta increíble la posición de Skeeter entre las señoronas blancas, pues se nos presenta como totalmente en contra de la discriminación sin que sus amigas (seguramente miembros honorarios del Ku Klux Klan) sospechen lo más mínimo.

Además, se nota a kilómetros que la realizadora Tate Tailor, responsable también del guión, ha querido que no haya restricciones de entrada a las salas de cine por edad, y acciones de rebeldía que habrían terminado en palizas, ahorcamientos y quema de la casa por cortesía de los paletos blancos del pueblo, aquí apenas se saldan con una bronquilla. Basta con leer algunas de las novelas de William Faulkner para saber cómo se las gastaban en el sur no sólo con los negros sino con cualquier blanco que se atreviera a frecuentarlos.

Pero lo que no se puede negar a Criadas y señoras es que es una historia divertida, bastante curiosa por mostrar la puerta de atrás de las clásicas mansiones sureñas y por suave accesible a toda la familia.


Recomendada para...

Criadas.


No recomendada para...

Quien le guste vestirse de nazareno fuera de la Semana Santa.


Te gustará si te gustó...

El color púrpura y El diario de Noa.


Una excusa para no ir solo al cine...

No te pierdas a Emma Stone, una pelirroja en estado de gracia.


Una curiosidad

Criadas y señoras se basa en el best-seller mundial The help (El servicio), de la debutante Kathryn Stockett. El borrador de la novela fue rechazado por al menos 60 editores antes de que ser publicado y enseguida se convirtió en un éxito inesperado. Curiosamente, en Estados Unidos tanto el libro como la película han creado una agria polémica ya que los representantes de la comunidad negra denuncian que sólo los personajes afroamericanos hablan en el dialecto sureño, lo que interpretan como una forma de degradación frente a la población blanca.

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