jueves, 29 de diciembre de 2011

Crítica de Drive

Frase de cine

"Me gusta el whisky, los coches rápidos y la ropa cara, y me gustas tú, ¿que mas quieres saber?"

Johnny Depp (Enemigos públicos)



Crítica

Aún recuerdo con emoción el primer tiroteo que se produce en Raíces profundas. El personaje de Alan Ladd muestra al hijo de los granjeros cómo disparar un arma, y la explosión que provoca el revólver es tan fuerte que aterroriza al pequeño y mí también logró asustarme. Ésa era precisamente la intención del director, presentar la violencia como lo que es, no algo romántico como pretenden la mayor parte de los westerns, sino peligroso, terrible y ensordecedor. Viendo las persecuciones de Drive he vuelto a sentir lo mismo. Y es que después de tanta exageración y vanalidad en películas de acción a cuatro ruedas donde por muy rápido que vayas siempre tienes una marcha más en la caja de cambios y los coches parecen equipados con un botón para hacer trompos, en la escena inicial de Drive tan sólo un buen uso de los efectos de sonido y la atmósfera asfixiante de un deportivo bastan para ridiculizar a toda la saga de Fast & Furious.

Y eso que Drive, el último trabajo del desconocido Nicolas Winding, no es una película de acción propiamente sino más bien cine negro clásico aderezado con pequeñas pero contundentes dosis de violencia y sangre. Protagonizada por un cada vez más grande Ryan Gosling, la historia se centra en un stunt-driver, un piloto de coches de escenas peligrosas que esporádicamente trabaja como conductor de atracos siguiendo normas estrictas. Reservado y solitario, prefiere expresarse por medio del volante, pero la inevitable aparición de una bella mujer, en este caso la casi divina Carey Mulligan, logrará romper el caparazón de este samurai moderno.

Además de Mulligan, un gran plantel de secundarios completan este hermoso filme, liderados por un premiado Albert Brooks (ha recibido más galardones ya por su papel que el propio Gosling), Bryan Carlston (el profe de Breaking Bad), Ron Perlman y la exuberante y aquí garrulilla Christina Hendricks (la secretarioa pelirroja de Mad Men). La cinta tiene pocos diálogos, la mayor parte de estos secundarios, y por el contrario una gran banda sonora, de reminiscencias ochenteras en mi opinión y reconocida ya por la Asociación de Críticos de Los Angeles.

Ya ha sido calificada como una de las mejores películas de 2011 y para mí es directamente la mejor, en competencia quizás con Nunca me abandones, en la que también aparecia la joven Mulligan. Es un filme para disfrutar del cine más clásico y descubrir que a veces sólo con buen gusto se puede conseguir una obra destacable.



Recomendada para...

Steve McQueen y Ryan O’Neal.


No recomendada para...

Nicolas Cage y Vin Diesel.


Te gustará si te gustó...

Ghost dog, Daño colateral o Bullit.


Una excusa para no ir solo al cine...

Aprovecha para conocer la ciudad de Los Angeles por la noche de mano de un chófer de lujo.



Una curiosidad


Nunca te ha parecido que el tráiler de la película que acabas de ver no reflejaba el contenido de la cinta. Pues a una espectadora estadounidense le ocurrió con Drive y su enfado ha sido tan grande que ha denunciado a la distribuidora por crearle falsas expectativas.

1 comentario: