Frase de cine
“No podemos dejar que los soldados decidan si una orden es posible o no. Si una orden no es posible, la única prueba válida son sus cadáveres en las trincheras”
Senderos de gloria
Steven Spielberg ha alcanzado tal dimensión en el mundo del cine que muchas de sus películas no están protagonizadas por nadie ni tratan de nada en especial, simplemente son ‘películas de Spielberg’. Esto a veces es bueno, sobre todo para vender entradas, pero en ocasiones la enorme figura de un gigante puede esconder una estructura endeble. Así ha ocurrido con War horse, su último trabajo y viene pasando también con las series de televisión que ha hecho últimamente: Falling Skies o Terranova, por ejemplo.
La película trata acerca de la entrañable amistad de Joey, el caballo en cuestión, y un joven inglés, Jeremy Irvine, durante la Primera Guerra Mundial. Se trata, por tanto, del primer acercamiento de Spielberg a la Gran Guerra, tras su glorioso paso por la segunda con Salvar al soldado Ryan y las series Brothers in arms y The Pacific. Y como hacía el anciano creador del parque temático de Jurassic Park, no ha reparado en gastos. Las escenas de las batallas son impresionantes y el ejercicio de recreación (extras, vestuarios, campos de batallas, efectos especiales, etc.) es digno del mejor sueño imposible de los creadores de Tirant lo Blanc o El capitán trueno.
Es en fin una película de las que da gusto ver en el cine: gran banda sonora, secuencias espectaculares, escenarios grandiosos… Y si todo suena tan bien, ¿de qué se quejan los críticos? Pues de que Spielberg ha afrontado este proyecto como si de un juego infantil se tratara, es decir, le sobra corazón y le falta sentido. No es ninguna novedad en el cine atribuir sentimientos humanos a los animales, pero claro, la película no debe descansar sobre esa única base, porque ahí esta la diferencia entre un título infantil, por ejemplo Liberad a Willy, y uno adulto: El hombre que susurraba a los caballos.
Recomendada para...
Los que les gusta susurrar
No recomendada para...
Hipofóbicos
Te gustará si te gustó...
El corcel negro.
Una excusa para no ir solo al cine...
Las espectaculares escenas de las batallas te dejarán de piedra.
Una curiosidad...
Aunque War horse se basa un libro infantil de Michael Morpurgo con el mismo título, la idea de llevar al cine esta historia le llegó a Spielberg de la obra de teatro, en la que por las limitaciones del formato, los caballos estaban interpretados por actores que manejan marionetas a tamaño real.
No hay comentarios:
Publicar un comentario