sábado, 3 de agosto de 2013

Crítica de World War Z (Guerra Mundial Z)

Retomo tras un largo descanso las críticas de cine con 'World War Z', la adaptación cinematográfica del libro de Max Brooks del mismo nombre capitaneada por Brad Pitt.
Quien haya leído alguna de las entradas de la derecha sabrá que soy un seguidor fiel de cine zombie (y no me refiero a las pelis de Michael Bay, que parecen hechas por un no muerto, jeje). Por eso esperaba con entusiasmo el estreno de 'WWZ', emoción que se fue enfriando según llegaban las primeras críticas desde USA (donde por otro lado ha triunfado en taquilla). Fallos en el guión, que no era fiel al libro, demasiado familiar, que si los zombies corrían, etc. Pero tras verla en la gran pantalla tengo que decir que me ha gustado bastante. Ahí va mi crítica: 'WWZ' narra una infección zombie mundial y la lucha de Gerry, un trabajador de la ONU, para frenarla. En este sentido es bastante fiel al libro (que por cierto leí hace unos años y no me gustó demasiado). Es cierto que el hecho de que los zombies corran choca de lleno con la novela. En realidad ni siquiera son zombies propiamente dichos sino infectados. Pero hay que reconocer que la versión de la epidemia que presenta el director Marc Foster resulta inquietantemente plausible.
El papel de su protagonista y productor resulta poco profundo, sin duda, y su relación familiar, teóricamente uno de los motores de la trama, no termina de enganchar. Como él, el resto de personajes son presentados con retazos (especialmente cortos con Mathew Fox, el prota de ‘Lost’, cuya aparición no debe superar los diez segundos). Éste es el principal fallo del film, pero no se empieza a notar hasta que pasa la primera hora u hora y cuarto del metraje, debido al vertiginoso ritmo de la acción a medida que la infección se extiende. Asistimos a escenas espectaculares en la costa este norteamericana y Jerusalén, sobre todo, donde Foster demuestra el talento que ya insinuó en ‘Quantum of solace’, y a un fin de fiesta más sosegado. Aquí se produce otro error, en mi opinión, ya que la escena final es terrorífica y a la vez hace reír (el doctor zombie es un genio del humor), y no tengo muy claro que el director buscara las carcajadas.
Los talibanes del cine zombie dicen que WWZ sacrifica gore para atraer al gran público. Es cierto que hay menos tripas de lo que suele mostrar el género, pero tampoco se puede decir que el derroche de ketchup asegure calidad fílmica (de hecho suele ir en su contra). A pesar de la falta de carnaza, los zombies aparecen retratados muy de cerca, emiten gritos aterradores y llegan a dar miedo. Y digan lo que digan los partidarios del libro original, la película incluye bastantes referencias e incluso algunas bastante claras al otro trabajo de Max Brooks, la divertida ‘Guía de supervivencia zombie’. En fin, una película espectacular, divertida, con un guión un poco flojo pero compensado por el ritmo y la diversidad de escenarios de la cinta. De notable, sin duda.

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