viernes, 22 de noviembre de 2013

Crítica de Blue Jasmine

‘Blue Jasmine’, lo último de Woody Allen, es una obra diferente gracias a la gran interpretación de Cate Blanchett. No sé si ésta era la intención inicial del director neoyorquino, pero la actriz logra echarse toda la película a las espaldas y la hace suya, lo que supone una gran diferencia respecto a sus anteriores filmes, casi todos eminentemente corales. Ella soporta con dosis de tragedia, esperpento, esnobismo y finalmente ridículo el peso fundamental de la trama, mientras que los secundarios aportan la comicidad propia de toda peli de Allen. La historia comienza con Jasmine (Blanchett) viajando de Nueva York a San Francisco en busca de refugio en casa de su hermana (Sally Hawkins) tras caer en desgracia. Su marido (Alec Baldwin) era un estafador del estilo de Bernie Madoff y la ha dejado en la ruina y ella intentará reconstruir su vida sin poder, ni en realidad querer, olvidar su lujoso pasado. La cinta, como la mente de Jasmine, viaja de Nueva York a San Francisco con flashbacks que explican la caída en los infiernos de esta otrora princesa de Manhattan. El argumento, una vez en la casa de la hermana, es bastante similar al clásico ‘Un tranvía llamado deseo’, por lo que no se trata de una obra excesivamente original, algo en cualquier caso normal en Woody Allen.
Entre los personajes que se cruzan en su nueva vida está un avejentado Peter Sarsgaard (An education), el humorista Louis CK (aquí va un enlace de un genial monólogo), un divertidísimo Bobby Cannavale y el legendario Andrew Dice Clay (Las aventuras de Ford Fairlane). Como se ha dicho antes, son ellos los que le dan el toque de humor a una historia que de otra forma sería una gran tragedia. No termino de tener claro si Blue Jasmine es la mejor película de los últimos años del genio de Brooklyn, como muchos críticos anuncian. A mí, por ejemplo, me dejó mejor sabor de boca ‘Midnight in Paris’ y me impactó mucho más 'Match Point', pero ninguna de ellas nos regalaba una actuación tan estelar como la de Cate Blanchett, que optará con fuerza a los Oscar. Así que lo dejo en sus manos, vean y juzguen, pero si de verdad les gusta el cine, disfrutarán con el papel de la ‘pobre’ Jasmine.
Ah, de nuevo como director de fotografía el español Javier Aguirresarobe, ofreciendo un buen trabajo.

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