jueves, 19 de agosto de 2010

Crítica de Centurión

Frase de cine

“Mi nombre es Máximo Décimo Meridio, comandante de los ejercitos del Norte, general de las legiones Fénix, fiel servidor del verdadero emperador, Marco Aurelio, padre de un hijo asesinado, marido de una mujer asesinada y alcanzaré mi venganza, en esta vida o en la próxima”
Russell Crowe a Joaquin Phoenix en las arenas del Coliseo, Gladiator


Crítica

Ridley Scott logró revivir el género del peplum hace ya diez años con Gladiador. Desde entonces el cine de romanos ha entrado en barrena con filmes aceptables como El rey Arturo o pésimos como La última legión. Ahora, por si no fuera suficiente, le toca el turno a la hiperviolenta Centurión, del ‘escocés’ Neil Marshal, otra producción ambientada en las frías Islas Británicas. Y digo yo, si este género nació el siglo pasado para mostrar sin temor a reproches homófobos los torsos musculados y sudorosos de legionarios y gladiadores, ¿por qué se empeñan actualmente los directores en situar la acción en escenarios donde el termómetro no supera los cinco grados? Así hasta Marlon Brando coge una pulmonía.

Centurión narra la historia de Quintus Dias (Michael Fassbender, secundario en Malditos Bastardos y 300), un oficial romano que debe guiar a un grupo de soldados en su huida de los salvajes pictos. Su gran enemigo será la bella Olga Kurylenko (la chica Bond de Quantum of Solace), una cazadora muda, atractiva y extremadamente violenta, mucho más creíble en el papel que su teórica homóloga en El Rey Arturo, Keira Knightley. El reparto lo completa el general Virilus, comandante de la Novena Legión, que aquí interpreta Dominic West (el detective Jimmy McNulty para los fieles a la ‘religión’ de The Wire).

En realidad, tanto la temática como el contexto histórico son sólo una excusa para que Neil Marshal haga lo que mejor sabe hacer, otra película de ‘survival horror’ (es decir, grupo de protas estereotipados que son eliminados uno a uno). Hay que reconocer que los inicios de este realizador fueron esperanzadores, con Dog Soldiers y The Descent, aunque después trastabilló en Doomsday, la que tristemente más se parece a Centurión. Como el hilo argumental falla más que la policía de Gotham y la historia de amor es digna de una balada de Bustamante, el espectador se tendrá que refugiar en el excesivo aunque extraordinariamente conseguido uso de la violencia, con dosis industriales de sangre y el mayor porcentaje de muertes por decapitación, degollamiento y cortes varios que se recuerda desde Starship Troopers.



Recomendada para…

Quienes crean que las historietas de Axterix y Obelix no tienen suficiente violencia.


No recomendada para…

Niños, ancianitas sensibles ni hemofóbicos.


Te gustará si te gustó…

Gladiador, El Rey Arturo o Doomsday.


Una curiosidad

Los soldados romanos de la película pertenecen a la Novena Legión romana, una unidad que existió realmente y cuyo nombre latino era Legio IX Hispana. Sí, estos guerreros se ganaron los galones matando íberos hace unos dos mil años, antes de ser destinados a Britania. Y pese a lo triste de la producción cinematográfica española sobre la materia, aún hay motivos para la esperanza: Antena 3 estrenará próximamente una serie de auténtico peplum ibérico llamada Hispania, la leyenda.


Una excusa para no ir solo al cine:

Salen dos de los guaperas con más proyección en Hollywood: Olga Kurylenko y Michael Fassbender.

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