viernes, 27 de agosto de 2010

Crítica de The Karate Kid

Frase de cine

“Y si yo le aguanto los 15 asaltos, si suena la campana y aún me tengo en pie, por primera vez, sabré por primera vez en mi vida, que no he sido otro idiota del montón”

Silvester Stallone, Rocky



Crítica

A la tercera fue la vencida. Si el Equipo A y Los mercenarios resultaron pobres adaptaciones del cine de acción de los 80, The Karate Kid ha sabido dar con la tecla y resulta un digno remake del Karate Kid original, aquella joya con la que Pat Morita y Ralph Maggio (señor Miyagi y Daniel San) popularizaron el “Dar cera, pulir cera” y la patada de la grulla. Tras arrasar en las taquillas de Estados Unidos, Jackie Chan y Jaden Smith (el hijo de Will Smith) llegan a España dispuestos a reventar a patada limpia el inicio de nuestras depresiones postvacacionales.

La nueva versión es una copia exacta en argumento y personajes de la original (recordemos que a la primera le siguió Karate Kid II y III y finalmente El nuevo karate kid, con una joven Hillary Swank como luchadora), y sólo cambia el escenario. La historia se desarrolla en Pekín, presentada como una ciudad moderna y preciosa habitada por ciudadanos felices (se nota a kilómetros la subvención del Gobierno chino, que se apunta a la moda de Barcelona con Woody Allen de promocionarse en la gran pantalla). Allí un pequeño estudiante americano acosado por sus nuevos compañeros, Dre, recibe la ayuda un misterioso conserje, Mr. Han, que le enseñará los secretos del kung fu.

La historia del protagonista débil que aprende a defenderse y se venga de sus enemigos es tan efectiva que el director Harald Zwat (abonado hasta ahora a la comedia) ha preferido no modificarla ni un ápice. Eso sí, si el argumento pierde frescura, al menos los actores Jaden Smith y Jackie Chan son mucho más creíbles en su papel que los del film original, y ya es todo un mérito que la estrella de Hong Kong ‘actúe’ por primera vez en su carrera. La película, también más larga que la anterior, se deja ver gracias a la innegable química de sus protagonistas. Todo un acierto el cambio del pulido del coche por la chaqueta y el perchero, o el chiste de los palillos y la mosca. En realidad y de forma paradójica, el filme sólo pierde algo de fuerza en el combate final, en el que niños mucho más jóvenes que los del primer Karate Kid se dan tal somanta de palos y realizan piruetas tan complicadas que terminan haciéndote recordar con nostalgia al torpe Daniel San y al estrafalario Miyagi. Por el momento, prefiero pulir cera


Recomendada para…

Aquellos que estén planeando un viaje turístico a China.


No recomendada para…

Los partidarios de mostrar la otra mejilla. Aquí una bofetada se responde con la patada voladora de la cobra.


Te gustará si te gustó…

Karate Kid, Kickboxer o Rocky.


Una curiosidad

¿Por qué lo llaman kárate cuando quieren decir kung fu? Pese al título de la película, Jackie Chan instruye al joven Jaden Smith en el arte del kung fu, nacido en China, y no del kárate, una evolución japonesa de esta disciplina que el señor Miyagi exportó a California en el Karate Kid original.


Una excusa para no ir solo al cine:

No querrás perderte la temprana consagración de una joven estrella del cine, Jaden Smith.

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