Crítica de Cisne negro

Frase de cine

“- ¡¿Esto es una broma adolescente?!
- Adolescente sí, broma no”.

Patrick Wilson y Ellen Page (Hard Candy)



Crítica

Black Swan (Cisne negro) es una locura. Eso debe tenerlo claro cualquier espectador que se aventure a ver la última película de Darren Aronofsky, protagonizada por Natalie Portman. No es un filme sencillo ni simpático y desde luego no sigue el esquema lógico de la mayoría de cintas que estrenan nuestros cines (sobre todo las multisalas). Ahora bien, si se está dispuesto a entrar al esquizofrénico mundo de esta bailarina pasada de rosca, la experiencia puede ser única.

En Black Swan, Portman interpreta a una joven en busca del papel protagonista en el ballet El lago de los cisnes. Dominada por su madre, acosada por el director y en fiera competencia con el resto de bailarinas, la protagonista comienza a confundir realidad con ficción o, como se dice coloquialmente, se vuelve majara.

Este camino a la locura ha servido para que la bella Natalie haga uno de los papeles de su carrera. Está nominada al Oscar y ya ha ganado el Globo de oro. Los críticos aseguran que puede ser la mejor interpretación que se le ha visto hasta ahora. Como cisne blanco, tanto por fisonomía como carácter, el personaje le venía cantado, pero es su transformación en cisne negro es lo que más ha sorprendido, pues aunque esta actriz siempre ha mantenido un gran nivel en todas sus películas, se echaba en falta alguna actuación sobresaliente.

Aronofsky, por su parte, vuelve al camino de la fantasía y el exceso que ya explotara en Requiem por un sueño y en La fuente de la vida, si bien no abandona del todo el retrato de un competidor en crisis que le hizo triunfar con El luchador. Muchos ven en Black Swan un mezcla de las anteriores con Repulsion de Polansky, algo de Hanecke, retazos del Muholland Drive de David Lynch e incluso la pátina del japonés Sathosi Kon y su Perfect blue. Es decir, un batido bastante duro si no vas preparado, pero delicioso si es lo que te gusta.


Recomendada para…

Proyectar en un psiquiátrico.


No recomendada para…

Padres que estén a pensando en apuntar a su hijita a la academia de baile del barrio.


Te gustará si te gustó…

La fuente de la vida, Repulsion y Las zapatillas rojas.


Una curiosidad

Cisne negro comparte con Las zapatillas rojas (la mejor película de ballet hecha hasta la fecha, y eso que es de 1948) no sólo la temática sino su sorprendente y cuestionado final, uno de los peros que se ha puesto a la cinta de Natalie Portman.


Una excusa para no ir solo al cine:

Puede que no sea un buen argumento para esgrimir ante tu pareja, pero en Black Swan Natalie Portman interpreta con Mila Kunis una escena lésbica que ha provocado más de un desmayo entre sus fans.