viernes, 8 de abril de 2011

Crítica de Sin límites

Frase de cine

“De niño mi madre me decía que no mirase nunca al sol. A los seis años, lo hice. Su brillo me deslumbró, pero eso ya lo había visto. Seguí mirando, tratando de no pestañear. La brillantez fue desapareciendo. Mis pupilas se contrajeron y pude verlo todo claramente. Por un momento lo comprendí”.

Sean Gullette (Pi, fe en el caos)



Crítica

Imagina que de repente pudieras recordar todo lo que has visto en tu vida, todo. Libros, películas, peleas, paisajes, a un hombre tocando el piano, a una mujer hablando en chino… Ahora imagina que tuvieras a tu disposición todos esos conocimientos y no los hubieras olvidado para incorporar conceptos más importantes como el pin de tu móvil o el nuevo límite de velocidad en la autovía. Ése es el punto de partida de Sin límites, la historia de un escritor plantado frente a una hoja en blanco que descubre un medicamento ilegal que le permite utilizar todo su cerebro y no sólo el pequeño porcentaje que supuestamente usamos.

La película está protagonizada por el guaperas Bradley Cooper, popular por su papel en Resacón en las vegas, por hacer de Fenix en El equipo A y que pronto estrenará Resacón 2 ¡Ahora en Tailandia! También aparece Robert de Niro, aunque en un papel menor, y la australiana Abbie Cornish (Sucker Punch) como novia del prota. La dirección corre a cargo de Neil Burguer, cuyo título más destacado ha sido El ilusionista.

Basada en el libro Darking fields, de Alan Glynn, Sin límites tiene un ritmo rápido y atípico, con continuos flashbacks, ángulos extraños, secuencias que juegan continuamente con la imagen de las neuronas y el cerebro humano, y un uso interesante de la luz y los colores, de tal forma que cuando Eddie Morra, el personaje de Cooper, está enpastillado, la escena se ilumina, mientras que el resto del tiempo es oscura y decolorada.

Se podría decir que, como ocurría en El ilusionista de Edward Norton, el planteamiento es mucho más ambicioso que su desarrollo. Cabe preguntarse, por ejemplo, si todo lo que puede llegar a hacer un superdotado es ligarse más chicas y ganar más dinero. Otras películas que analizan la genialidad, tanto en sus efectos positivos como en los negativos, han resultado mucho más sugerentes, como Despertares o Una mente maravillosa, y ni que decir de la complicada Pi (Fe en el caos). Pero eso no siginifica que no merezca la pena acercarse al cine para ver una historia al menos diferente, con un actor de innegable carisma, aunque para eso nos baste activar el 10% de nuestro cerebro.



Recomendada para…

Estudiantes que han probado a dormir con los cascos puestos y el temario en el walkman (perdón, en el i-pod).


No recomendada para…

Cienciólogos y demás grupos modernos antimedicamentos.


Te gustará si te gustó…

El secreto de mi éxito y Una mente maravillosa.


Una curiosidad

El medicamento con el que especulan los creadores de Sin límites, una pastilla fantástica que incrementa el poder cerebral, de hecho existe y se comercializa, aunque con poderes mucho más limitados. Se llama Adderall y permite mejorar la concentración y la memoria, aunque también se utiliza en los tratamientos de pérdida de peso, algo que sin duda no necesita el macizorro de Cooper.


Una excusa para no ir solo al cine:

Bradley Cooper se basta para hacer él sólo entretenida cualquier película en la que aparece.

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