viernes, 27 de enero de 2012

Precrítica de J. Edgar

Frase de cine

“Es noticia? Sí. ¿Lo vamos a emitir? Claro que no. ¿Por qué? ¿porque no dice la verdad? ¡No! Porque dice la verdad, ¡por eso no lo vamos a emitir!”.

Al Pacino (El dilema)



Precrítica

He aquí una de esas películas cuya título, temática y actor protagonista pueden crear disparatadas confusiones en las salas de cine, como ya ocurriera por ejemplo con Los puentes de Madison, donde aparecía Clint Eastwood, sí, aunque no dinamitaba ningún puente, sino que se enamoraba. Y es que J. Edgar -precisamente también dirigida por el veterano actor y realizador-, está protagonizada por Leonardo Di Caprio y trata acerca del nacimiento y evolución del FBI, pero no es ni mucho menos una película policiaca, de tiroteos y mafia, sino más bien histórica, centrada en John Edgar Hoover, el polémico impulsor de la agencia de investigación.

J. Edgar cuenta la historia de un hombre que literalmente dominó a siete presidentes estadounidenses desde 1924 a 1972. Durante esos años, es decir, hasta su muerte, dirigió con mano de hierro el FBI y no sólo luchó contra el crimen organizado, sino que también se convirtió en azote de comunistas y cualquier otro tipo de disidentes, y almacenó tantos secretos sobre los poderosos que nadie se atrevía a tocarlo. Así, Di Caprio encarna a un personaje de época con luces y también muchas sombras, como ya hiciera en El aviador, aunque aquí su evolución, tanto física como psicológica, es mucho más acusada. De hecho, una de las críticas más repetidas a la película es que el Edgar anciano es en realidad cientos de capas de cera y latex sobre el rostro de Di Caprio, lo que impide cualquier tipo de interpretación.

El tema de la homosexualidad del protagonista -nunca contrajo matrimonio- también aparece en la cinta y es su supuesto amante, encarnado por el inexperto Army Hammer, una de las sorpresas más positivas del filme. El reparto lo completa Naomi Watts, Josh Lucas, Judi Dench y un sinfín de actores que interpretan a las diferentes personalidades privadas (familia y trabajadores) y públicas (desde JFK a Nixon pasando por Ginger Rogers) con las que Hoover se topó.

Y aunque las previsiones iniciales de que Di Caprio ganaría el Oscar a mejor actor se han venido abajo por la irrupción del George Clooney de Los Descendientes, no se puede obviar que de la colaboración de dos gigantes de Hollywood, en la dirección y frente a las cámaras, sólo puede surgir una gran obra.



Recomendada para...

Amantes de los museos de cera.


No recomendada para...

Mulder y Scully


Te gustará si te gustó...

El aviador, Nixon y El buen pastor.


Una excusa para no ir solo al cine...

¿Nunca te has preguntado cómo sería el eterno niño de Hollywood de viejo?


Una curiosidad…

¿Sabías que la posible homosexualidad de Hoover ya fue mostrada en la gran pantalla por Oliver Stone? En Nixon, J. Edgar aparece besando a un camarero e incluso roza lascivamente la mano del propio presidente de los Estados Unidos.

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